La agricultura orgánica o agroecología cobra cada día mayor fuerza, producto de los desafíos medioambientales y de los problemas de la salud que han sufrido los seres humanos en el último tiempo. Impulsada por ambas razones, hoy la agricultura responsable y consciente es una realidad innegable e imparable, que cuenta con miles de productores en todo el mundo trabajando con ella, para el futuro de los humanos y del mundo.
Por Antonia Izquierdo Huneeus
Debido al aumento de las enfermedades relacionadas con la mala alimentación, como por ejemplo la obesidad, el cáncer gástrico y la diabetes, la alimentación y la forma de producción de los alimentos ha recobrado la importancia que merece, tornándose fundamental para nuestra calidad de vida saber qué escogemos para comer y cuál es el proceso que tuvo ese alimento.
Sumado a esto, se ha vuelto indispensable cuidar el agua, la tierra, el aire y los recursos naturales, que están cada vez más contaminados producto del quehacer del ser humano. Consideremos que entre un 10 % y un 30 % de los gases que produce el efecto invernadero son aportados por la actividad silvoagropecuaria, con actividades como la ganadería, la actividad forestal, la producción de alimentos y la agroindustria.
Pese a esto, y según la FAO, la agricultura se ha constituido en una posible vía para mitigar los efectos del cambio climático, mediante el almacenamiento de carbono en los suelos y en la vegetación. Por ello, y según lo que ingerimos, no solo podemos mejorar nuestra salud, sino también el medioambiente.
A nivel mundial, se estima que desde el año 2004 la venta global de productos orgánicos ha crecido un 157 %. En 2015, el mercado ecológico en Europa siguió creciendo con un incremento del 13 % y alcanzó los 30.000 millones de euros.
Para esto existen distintas fórmulas. Si bien en la actualidad es difícil acceder a alimentos libres de agroquímicos o que no estén modificados genéticamente, una buena opción es tener una huerta que fomente el autoconsumo. También se puede pertenecer a una organización de abastecimiento local, donde se compre a los productores orgánicos o agroecológicos, o comprar alimentos en ferias orgánicas. Todas estas opciones posibilitan el cuidado de la salud, junto con el cuidado de la tierra.
Agricultura convencional versus agroecología
Entre enero y octubre de 2017, ingresaron 44.965 toneladas de plaguicidas, un 8,8 % más que en el mismo período del año 2016. Esta cifra viene a reafirmar que Chile importa cada vez más plaguicidas, incluidos los altamente peligrosos por sus efectos crónicos, como el glifosato y el Paraquat (Rap-al, 2017). Estos plaguicidas están asociados al desarrollo de cáncer y a efectos crónicos del sistema inmunológico, nervioso y reproductivo.
Sin embargo, y pese a los daños que conllevan estos químicos, hoy los agricultores orgánicos deben pagar anualmente para certificarse de que están haciendo las cosas bien, mientras que los productores convencionales, que ocupan agroquímicos sin restricción y sin un control efectivo, no pasan por ningún control.
Por lo antes expuesto, es necesario privilegiar la producción agroecológica, que se debe adaptar al cambio climático y a una base fundamental de sistemas alimentarios locales, donde se acorte la distancia entre la producción y el consumo.
La agroecología es un movimiento permanente; un esfuerzo constante por lograr que todos podamos acceder a alimentos sanos y libres de toxinas. Es un encuentro entre el bienestar social y cultural con la prosperidad económica y la protección del medioambiente que esto conlleva. Según la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM por sus siglas en inglés), “es un sistema de producción que mantiene y mejora la salud de los suelos, los ecosistemas y las personas. Se basa fundamentalmente en los procesos ecológicos, la biodiversidad y los ciclos adaptados a las condiciones locales, sin usar insumos que tengan efectos adversos. La agricultura orgánica combina tradición, innovación y ciencia para favorecer el medioambiente que compartimos y promover relaciones justas y una buena calidad de vida para todos los que participan en ella”.
En Chile, algunas de las principales organizaciones e iniciativas existentes para fomentar la agricultura orgánica son:
ANAMURI: Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas. Fundó el Instituto de Agroecología de las Mujeres del Campo. Este gran sueño forma parte del proceso técnico-formativo que desde hace unos años desarrolla la Coordinadora Latinoamericana de las Organizaciones del Campo (CLOC), junto con La Vía Campesina, que en Chile es liderado por ANAMURI, con el objeto de formar sus propios técnicos y profesionales para garantizar la agricultura familiar campesina e indígena y la soberanía alimentaria. www.anamuri.cl
CET: El Centro de Educación y Tecnología (CET), se inicia en 1983. Es una corporación sin fines de lucro, que ha llevado a cabo programas de desarrollo sustentable con comunidades campesinas en diversas regiones del país. Estos programas se ubican en la Región Metropolitana, en Colina; en la VIII Región, en Yumbel; y en la X Región, en Chonchi. Su misión institucional es la formación de los agentes de desarrollo rural desde una perspectiva humana y agroecológica. www.corporacioncet.cl
Ecoferia de La Reina: Iniciativa privada, que funciona en la Corporación Aldea del Encuentro, dependiente de la Municipalidad de La Reina. Se trata de una feria semanal que ofrece productos orgánicos, biodinámicos y naturales, cultivados sin ningún tipo de químicos ni agrotóxicos y, en la mayoría de los casos, son ofrecidos directamente por sus productores. También se venden alimentos envasados y abarrotes orgánicos, tales como té, café, azúcar, cereales, tallarines, salsas, aceites, etc., y productos de cuidado personal, como ropa de algodón orgánico, artículos de bebé, composteras, cosmética natural, artículos de limpieza, juguetes de materiales nobles, artículos de madera, lanas y libros, entre otros. www.ecoferia.cl
Organizaciones de abastecimiento conscientes: Existen cada vez más organizaciones comunitarias que buscan promover la alimentación saludable, favoreciendo el consumo de los productos orgánicos o agroecológicos, a través de la compra directa a los productores, creando así relaciones justas que favorezcan tanto a los proveedores como a los consumidores.
Algunos de estos son:
La canasta, Santiago, Peñalolén. www.lacanasta.org Emporio Color Local, Concepción. Sin sitio web. El Almacén Cooperativo Juntos Compremos, Ñuñoa. www.juntoscompremos.cl Cooperativa La Manzana, Valdivia. www.lamanzana.coop
Agrupaciones de productores orgánicos o agroecológicos
Esta es una de las iniciativas más interesantes y relevantes que han surgido estos últimos años en Chile, ya que la agricultura sana y ecológica no solo se destina a la exportación y a la generación de dinero, sino a una manera de desarrollo sustentable que aporta significativamente al mejoramiento de la calidad de la alimentación en nuestro país, de manera descentralizada.
Algunos ejemplos de agrupaciones de productores orgánicos:
1. Sociedad Comercializadora Tierra Viva Ltda. (Región Metropolitana) 2. Sociedad Agricultores Orgánicos del Valle del Aconcagua (Región de Valparaíso) 3. Asociación Gremial Productores Los Ríos Orgánicos (Región de Los Ríos) 4. Asociación Gremial Productores Orgánicos Décima Región (Región de Los Lagos) 5. Asociación Gremial Chiloé Orgánico (Región de LosmLagos) 6. Asociación Gremial Agrobato (Región de Valparaíso) 7. Cooperativa Campesina de Producción Orgánica Valle de Aconcagua (Región de Valparaíso) 8. Organización de Productores Orgánicos de Curacaví (Región Metropolitana)
Federación de Agroecología
La directiva de la Ecoferia (ecoferia.cl), junto con las agrupaciones de productores, más las organizaciones de consumidores, entre otras, están en proceso de formar una “Federación Nacional de Agroecología”, que agrupará y coordinará a todas las organizaciones interesadas en el tema a nivel nacional. Esta iniciativa le dará una mayor visibilidad, además de poder levantar demandas con mayor fuerza y con mayor capacidad para canalizar proyectos.
Ecoescuela El Manzano: A 20 kilómetros de Cabrero, tres hermanos y sus familias decidieron dejar la ciudad para vivir en el campo, desarrollando un proyecto comunitario ambientalmente sustentable, fundado en el diseño, producción y educación con enfoque en la permacultura. Comen lo que cosechan, pretenden obtener independencia energética y proponer al mundo soluciones para disminuir el impacto climático. www.elmanzano.org
Slowfood (Comida lenta): Tendencia comprometida a generar cambios en los hábitos alimentarios, estimulando modelos de producción y de consumo de alimentos basados en la puesta en valor de las tradiciones gastronómicas y del patrimonio agroalimentario local, en la mejora de la seguridad alimentaria y en la inclusión social. El derecho a una alimentación saludable, de calidad y accesible (en cantidad suficiente y de forma permanente) es el eje fundamental de las actividades de la organización, comprometida con la promoción de la soberanía alimentaria. www.slowfood.com
Universidad de Santiago, Grupo GAMA: Es un grupo académico muy activo en relación con la educación en Agroecología y el desarrollo rural sustentable. La Agroecología, como enfoque científico transdisciplinar para el abordaje de sistemas agrarios complejos, se constituye como área formal de trabajo a contar del año 2010, mediante la congregación de académicos y estudiantes tesistas de diversas áreas del conocimiento, con afinidad tanto teórica como metodológica, en materias agroecológicas. Realizan seminarios, investigación, cursos diversos, post títulos, diplomados y pasantías, entre otras actividades. www.agroecologia.usach.cl
Universidad de Chile: A través del curso de pregrado “Agriculturas sustentables”, para estudiantes de agronomía y de recursos naturales, además de diversos talleres con temas relacionados, se realiza un aporte en la formación de profesionales que promuevan una agricultura responsable.
IDMA (Instituto de Medio Ambiente): El Centro de Formación Técnica del Medio Ambiente nació en 1996 como el primer instituto dedicado exclusivamente a la formación técnica ambiental en Chile, surgiendo como una alternativa de Educación Superior con un sello especial: la preocupación por el medioambiente y la Tierra, con el fin de contribuir a una sociedad sustentable. Cuenta con una carrera técnica en agricultura ecológica en 2 sedes, Buin y Santiago; además, con el Centro de Tecnología para la Sustentabilidad (CTS), ubicado cerca de Buin. www.idma.cl
Ministerio de Agricultura, SAG, ODEPA, INDAP, INIA FIA: Crea la Ley 20.089/2006, que da origen al Sistema Nacional de Certificación de Productos Orgánicos Agrícolas y el Reglamento vía Decreto Supremo N°36/2006, junto con la Norma Técnica Chilena de Producción Orgánica, vía Decreto Supremo N°17/2007.
Con esto, apoya la certificación orgánica de las agrupaciones de productores que, a través de Prodesal y de las capacitaciones entregadas por algunos asesores de INDAP, dan cumplimiento a lo exigido por la norma de certificación orgánica. El INIA presta apoyo técnico y realiza investigación, con la finalidad de entregar transferencia técnica a los productores para que puedan optar a la certificación. Por otra parte, junto a Prochile, se han desarrollado giras técnicas y talleres de trabajo sobre oportunidades en el mercado externos. El SAG cumple un rol de fiscalizador y realiza capacitaciones a las agrupaciones que se encuentran en formación, con la finalidad de facilitar la interpretación de la norma y lograr así el ingreso formal de la solicitud de certificación.
Todo esto ha servido para garantizar el origen y producción de ciertos alimentos, procedimientos que han ido en aumento en nuestro país, como demuestran las últimas estadísticas proporcionadas por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), levantadas a través del Sistema Informático de Registro Nacional de Certificación Orgánica, donde se señala que la superficie agrícola certificada como orgánica alcanzó las 131.973 hectáreas durante el año 2016.
En los primeros nueve meses del año 2017, las exportaciones de productos orgánicos alcanzaron en volumen las 65.785 toneladas en Chile. Esta cifra representa un crecimiento del 13,3 % respecto del mismo período del año pasado.
A nivel mundial, se estima que desde el año 2004 la venta global de productos orgánicos ha crecido un 157 %. En 2015, el mercado ecológico en Europa siguió creciendo con un incremento del 13 % y alcanzó los 30.000 millones de euros.
La agricultura orgánica ha sido promovida, principalmente, desde iniciativas privadas. En el Estado, si bien algo se ha avanzado en este tema, aún son iniciativas muy pequeñas y con poco financiamiento. Esto demuestra que todavía no se le toma el peso suficiente al grave daño ambiental, social y cultural y también a la salud que produce la agricultura convencional, realidad que debería comenzar a cambiar por la búsqueda de una mejor salud y un mejor planeta.
Publicación original en: Mundo Nuevo
Antonia Izquierdo es Ingeniera agrónoma de Universidad de Chile, con más de 25 años de experiencia profesional en diferentes áreas relacionados con la agricultura ecológica y el desarrollo sustentable. En los últimos años ha realizado programas de restauración de ecosistemas dañados, proyectos de capacitación, planificación y desarrollo campesino.